Una cerveza antes de morir a golpes: cuál será la pericia clave para esclarecer el crimen del joven de La Matanza acusado de robo

La muerte trágica de Agustín Ezequiel Mansilla, un joven de 21 años, ha conmocionado a la comunidad de Villa Celina, La Matanza. El domingo pasado, Mansilla fue atacado brutalmente a golpes y puñaladas por vecinos, quienes lo acusaron de robar un teléfono celular y dinero. Este incidente desencadenó una serie de eventos que han dejado muchas preguntas sin respuesta.

Dos hermanos, identificados como "Pancho y Roberto" y de nacionalidad boliviana, fueron detenidos como presuntos responsables del crimen de Mansilla. Según el padre de la víctima, ambos hermanos fueron señalados como los agresores. La causa está a cargo del fiscal Matías Folino, de la UFI de Homicidios matancera, quien inicialmente considera el hecho como un homicidio simple.

Sin embargo, el caso presenta varios elementos confusos. Por un lado, los hermanos detenidos aseguran que no tenían la intención de matar a Mansilla y afirman que este había estado con ellos momentos antes, compartiendo alcohol. La situación se torna aún más confusa cuando se plantea si el robo realmente ocurrió o si fue una consecuencia de la confusión causada por el estado de ebriedad de las personas involucradas.

La pericia toxicológica tanto de la víctima como de los acusados será crucial para arrojar luz sobre lo sucedido. Mientras tanto, la declaración del padre de Mansilla es un punto clave en la investigación. Según su testimonio, llegó a casa después de trabajar y encontró a su hijo junto a un grupo de vecinos, entre ellos los hermanos detenidos, quienes estaban visiblemente ebrios. Mansilla les recriminó por beber cervezas destinadas a la venta en la cancha de fútbol local, lo que desencadenó una discusión.

Poco después, el padre escuchó golpes en su puerta y voces acusatorias que afirmaban que su hijo había intentado robar. Ante la negativa de abrir la puerta, los hermanos irrumpieron en la casa y se enfrentaron a Mansilla, quien intentó defenderse con un cuchillo. Sin embargo, fue superado por la agresión de los hermanos, quienes presuntamente lo golpearon con una botella de cerveza y luego lo apuñalaron.

Tras dejar gravemente herido a Mansilla, los hermanos huyeron de la escena del crimen. El padre, desesperado, intentó intervenir para detener la agresión, pero fue en vano. El joven fue encontrado por las autoridades en estado crítico y, a pesar de los esfuerzos por salvarlo, falleció debido a la gravedad de sus heridas.

Este trágico suceso se suma a una serie de crímenes similares que han marcado el calendario de muertes en la provincia de Buenos Aires en lo que va del año. Los ajustes de cuentas y las peleas ocasionales han llevado a la pérdida de vidas jóvenes en comunidades como La Matanza y La Plata. El caso de Mansilla recuerda al de Ariel Toledo, ocurrido a principios de marzo en General Rodríguez, donde un joven fue asesinado tras una pelea en una cancha de fútbol, dejando nuevamente una sensación de consternación y preocupación por la violencia en la sociedad.

Una de las zapatillas con manchas de sangre secuestradas a los detenidos (Inforbano)

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